El reciente apagón que afectó a la Península Ibérica puso de manifiesto un problema creciente: la falta de soluciones alternativas en un mundo en el que la dependencia de la electricidad es total. En un escenario en el que los apagones pueden ser cada vez más frecuentes, los grupos electrógenos se convierten en una respuesta cada vez más importante para garantizar la seguridad y el funcionamiento sin fallos de estructuras y equipos eléctricos.
Los fenómenos meteorológicos extremos, las sobrecargas en las redes eléctricas y los fallos técnicos son algunas de las principales causas de la inestabilidad del suministro energético. En los últimos años, varios países europeos han sufrido apagones inesperados, y los expertos advierten de que esta tendencia podría intensificarse.
La cuestión ya no es «si» habrá nuevos apagones, sino “cuándo” y «quién» estará preparado para afrontarlos.
En el hogar, la ausencia de electricidad afecta a mucho más que la iluminación. Los sistemas de aire acondicionado, las comunicaciones, el almacenamiento de alimentos y medicinas dependen en gran medida de la red eléctrica. Utilizar generadores en caso de apagón permite mantener las funciones básicas y garantiza el confort y la seguridad de la familia.
En el sector del comercio alimentario y la restauración, los daños causados por un corte de electricidad son inmediatos. La parada de los sistemas de refrigeración, el bloqueo de los terminales de pago y la imposibilidad de mantener la atención al cliente repercuten directamente en la facturación. Disponer de un generador significa estar preparado para un apagón y permite evitar pérdidas de producto y mantener la confianza de los clientes.
Infraestructuras como aeropuertos, estaciones de tren y centros logísticos dependen de la energía para funcionar con seguridad. Desde la señalización hasta los sistemas de control del tráfico, todo funciona con electricidad. Sin un generador de reserva, pueden producirse retrasos, fallos de seguridad y cortes generalizados.
Hospitales, clínicas, farmacias, bomberos y protección civil se enfrentan a demandas críticas. La energía es esencial para los equipos médicos, el almacenamiento de medicamentos y las operaciones de rescate. En estos casos, el uso de generadores no es una medida opcional, sino una parte esencial de cualquier plan de contingencia.
Para responder a los diferentes contextos de uso, Grupel ofrece una gama diversa de soluciones que garantizan el suministro de energía durante un apagón, ya sea en un entorno doméstico, comercial o industrial.
Generadores portátiles de 2 a 15kVA, fáciles de usar, que le permiten tener siempre energía a mano. Son ideales para suministrar energía a herramientas o equipos de baja potencia, tanto para profesionales como para usuarios domésticos, en situaciones puntuales o móviles.
Grupos electrógenos de entre 8 y 1000kVA, ideales para aplicaciones de emergencia en hogares, establecimientos comerciales o empresas. Estos generadores arrancan automáticamente cuando se produce un fallo en la red eléctrica, garantizando un suministro fiable e inmediato.
Soluciones de mayor escala, a partir de 800kVA, en contenedores y desarrolladas por el equipo de I+D+i de Grupel. Estos grupos electrógenos garantizan energía continua o de emergencia en Baja y/o Media Tensión, adaptándose a proyectos exigentes e infraestructuras críticas.
En un mundo en el que la estabilidad energética ya no está garantizada, los grupos electrógenos desempeñan un papel fundamental para proteger a las personas, los bienes y los servicios en caso de apagón. Invertir en una fuente de energía autónoma es hoy una decisión estratégica, tanto para particulares como para empresas e instituciones públicas.
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